Demografía
La explosión demográfica francesa finalizó cuando recién comenzaba en los demás países europeos, hacia mediados del siglo XVIII. Después de la Segunda Guerra Mundial, las tasas de natalidad de los demás estados europeos empezaron a disminuir. En Francia esta tendencia no cambió hasta los años 1960 pero solo brevemente (se le conoció como el Baby-boom). Luego, en el resto del siglo XX, en Francia y los demás países industrializados, la tendencia ha continuado a la baja, compensada solo parcialmente por la inmigración.
En los últimos años Francia es el único gran estado (en cuanto a número de habitantes se refiere) de la Unión Europea (UE) que ha logrado mantener un tasa de natalidad similar a la de EEUU. A esta base la situación francesa añade un alto promedio inmigratorio y una reducida tasa de emigración.
Francia en enero de 2010 contaba con 65.447,374 habitantes, de los cuales 62.793,432 habitan en la Francia metropolitana, con una densidad de 115 hab/km², y 2.653,942 habitan en la Francia ultramarina, incluyendo a la comunidad de unos 2000 científicos e investigadores destacados en la Antártida.
Alrededor del 75% de franceses vive en núcleos urbanos. París y su área metropolitana correspondiente a la Región conocida como «Isla de Francia» concentra 11.769,433 de habitantes, lo que la convierte en una de las más grandes del mundo, y la más poblada de la Unión Europea. Otras áreas metropolitanas de más de un millón de habitantes son Lyon y Marsella que superan el millón y medio de habitantes cada una.
A partir del 1 de enero de 2012, 65.473.140 de personas viven en Francia, con una densidad de 93,59 hab./km². Alrededor del 75% vive en núcleos urbanos. Más del 90% de la población ha nacido dentro del país. Entre los extranjeros, predominan los italianos, los españoles, los portugueses, los polacos. Arabes (magrebíes) y los africanos occidentales (subsaharianos).
La demografía de Francia se divide en:
- Cantidad de Población
- Segmentación Socio Económica
- Cambios Sociales
- Esperanza de Vida
La esperanza de vida al nacer es de 84,5 años para las mujeres y de 77,8 años para los varones (2009). Generalmente los varones tienden a obtener empleos a tiempo completo y las mujeres a tiempo parcial. En Francia las vacaciones pagadas legales suman cinco semanas en cada año laboral. Es considerado como uno de los países con mayor calidad de vida ya que la población disfruta de un alto grado de servicios, aparte de la sanidad que es una de las mejores del mundo.
La población está compuesta por descendientes de varios grupos étnicos, principalmente de origen celta (pero también ligure e ibero), fundamentalmente galos fusionados con la población precedente, que dieron nombre a la región de la Galia, hoy Francia (que incluía también Bélgica, Luxemburgo y Suiza). Cronológicamente se fueron sumando otros grupos étnicos: en el proceso histórico formativo de la Francia actual son también significativas las poblaciones de origen griego, romano, vasco, germano (principalmente franco pero también burgundio), vikingo (en Normandía) y en menor medida sarraceno.
Desde el siglo XIX, Francia es un país de inmigración. Uno de cada cuatro habitantes es de origen extranjero (en 1999, 23% de la población). Entre los extranjeros que se van integrando, predominan los belgas, suizos, alemanes, italianos, españoles (la inmigración española comenzó en el siglo XIX), portugueses, polacos, armenios, griegos, magrebíes, subsaharianos, chinos (1 000 000 en 2007), indochinos (vietnamitas, 250 000 en 2008), turcos (500 000 en 2010110 ) y gitanos (500 000 en 2005111 ). El mayor número de inmigrantes en los últimos años proviene del Magreb. En total existen unos cuatro millones y medio de inmigrantes, de los cuales aproximadamente un millón y medio nació en tierra extranjera pero se ha naturalizado adquiriendo la nacionalidad francesa, en tanto que otros tres millones son aún extranjeros. Según el Gobierno se calcula que en Francia hay entre 200 000 y 400 000 inmigrantes ilegales, aunque las ONG's hablan de medio millón.
Los estudios de población francesa muestran su composición mayoritaria de ciudadanos de origen europeo, un 91,6%, de los cuales son franceses 85,0% y de otros países 6,6%. El 5,7% de la población proviene de países africanos, 3,0% de asiáticos y 0,6% de americanos. Según un estudio publicado en La France africaine (2000), el 13 % de la población francesa es de origen africano (Magreb y África negra). Esta composición es el resultado de la evolución migratoria y de la presencia significativa de población nacida en Francia pero de padres extranjeros, generalmente inmigrantes que a través de los años fueron obteniendo la ciudadanía francesa. La población de origen judío se estimaba en 550 000 personas a principios de los años 2000, aunque no existen datos estadísticos dado que la ley francesa prohíbe recoger datos censales sobre etnias o religiones.
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