Regiones
Francia es sin ninguna duda uno de los destinos turísticos más deseados del mundo, y su atractivo no se encuentra solo en París su capital, sino que también en las regiones de Francia, las cuales esconden mil razones para llegar a recorrerlas.
Francia es mucho mas variada y diversa que lo que generalmente se cree, en donde se encuentran cantidad de dialectos, historias, influencias, variedades en su gastronomía o en su arquitectura, las cuales pintan distintos paisajes a medida que el visitante se va moviendo por el territorio galo.
Francia se encuentra dividida en 27 regiones (en francés: régions), de las cuales 22 están en la Francia Metropolitana, y cinco son de ultramar, y dichas regiones a su vez están subdivididas entre 1 y 8 departamentos, para lo cual se hará un recorrido por las distintas regiones francesas para conocer someramente qué es lo que se puede encontrar en ellas.
Île de France:
Es la región donde se encuentra París, la capital, siendo la región más poblada de Francia, con más habitantes que Bélgica, Suecia o Grecia, ya que cuenta con casi 12 millones de habitantes.
Nord Pas de Calais:
Región que se formó en el siglo XVIII a partir de territorios de Flandes, contando con una gran influencia Belga, y su principal atractivo reside en ser el paso obligado para cruzar el Estrecho o puerta de entrada a Francia por Calais.
También se ubican aquí algunos lugares dignos de visitar como Boulogne-sur-Mere, Arras y su capital, Lille.
Picardía:
Lugar en donde se encuentra una de las obras arquitectónicas más importantes como la Catedral de Amiens, y donde perfectamente se podría armar un recorrido de catedrales góticas por este reducido territorio del norte de Francia.
En esta zona (salvo en el extermo sur) se habla una lengua regional llamada “el Picardo”, que forma parte de las lenguas de oïl, habiendo tenido su auge en el siglo XIII.
Alta y Baja Normandía:
Es una región que todos asociaron al Desembarco en la II Guerra Mundial, y donde realmente la historia ha dejado sus huellas, siendo también el hogar de uno de los puntos más visitados de Francia, como lo es el Mont St.Mitchel.
Champagne Ardennes:
cuyo nombre es sinónimo de uno de los vinos más famosos del mundo, siendo una región que es Denominación de Origen, ya que sólo los espumosos de esta zona pueden llevar el nombre de “champagne”. Además de ser una región muy rica arquitectónicamente con hermosas catedrales góticas como la de Troyes, y algunas ciudades dignas de conocer, como Reims que es una ciudad con una extensa historia que va mucho más allá del siglo II.
Alsacia y Lorena:
Son las regiones más “alemanas” de Francia, unidas y separadas de territorio germano por el río Rin y largamente disputadas por ambos países.
Estrasburgo que es la capital de Alsacia, es una bellísima ciudad donde se ve claramente la influencia del país vecino en sus fachadas y costumbres, contando con un paisaje interior, el cual regala campos, viñedos y pequeños pueblos asomados al río. En este país es el alsaciano una lengua dialectal y el conjunto de variedades de origen germánico que se hablan en ella y que, pese a ser reconocida entre las lenguas de Francia, todavía no tienen un estatuto de lengua oficial.
Bretaña:
Región francesa que asomada al Canal de la Mancha tiene un carácter eminentemente marítimo, en donde sus costas y playas concentran la atención del viajero.
Las ciudades de Auray, Concarneau, Dinan, Fougères, Nantes, Quimper, Rennes, Saint-Malo, Vannes y Vitré están reunidas en la Unión de Ciudades de Arte e Historia de Bretaña, las cuales se han comprometido a conservar y enriquecer su patrimonio arquitectónico y cultura, como monasterios, fortalezas, castillos, marches (castillos con estructuras defensivas), y una valiosísima herencia prehistórica en sitios como Carnac, el cual lo merece.
Carnac Loire:
en donde se encuentra ciudades con nombres como Anjou, o de castillos como Saumur, los cuales llevan al visitante a un recorrido por este territorio entre el rió y el mar, siendo una zona donde la historia de la Edad Media se desarrolló a base de alianzas, guerras y matrimonios, pasando en sucesivas oportunidades por manos normandas, flamencas y francesas.
Centro:
Es la primera ciudad productora de cereales del país y la quinta región industrial de Francia. la cual cuenta con una población aproximada de 2.480.000 habitantes. En Centro se encuentran algunas obras maestras como el Castillo de Chambord, cuya construcción fue encomendada a Leonardo da Vinci, siendo una de las regiones más ansiadas por conocer. Su ambiente romántico está tapizado de castillos y lujo de la época dorada de Francia.
Nombres como Fontainebleau, Orleans, Tours o Chartres, dicen por si mismos la grandeza del patrimonio arquitectçonico y cultural de la zona, donde puede darse la posibilidad de dormir en algunos de estos castillos y sentirse príncipe o princesa por una noche.
Borgoña y Franco-Condado:
Es una ciudad que ha sido habitada desde la época de los celtas, por galos, romanos y hasta por pueblos germánicos, siendo una región del tamaño de Cataluña que ha venido sufriendo el éxodo de sus habitantes en las últimas décadas.
Borgoña cuya capital es Dijon, tiene el encanto de las capitales de provincia además de ser el centro de la gran industria vitivinícola del vino que lleva la denominación de origen “borgoña”.
Poitu-Charentes y Lemosín:
Se puede decir que es la Francia profunda, con dos regiones de profunda raíz occitana, costumbres ancestrales y sabores tradicionales. Sus pueblos a la vera del río Vienne, afluente del Loira, tienen un carácter reservado, instrospectivo.
Auvernia:
Es una región esencialmente montañosa, la cual cuenta con
abundantes manantiales ricos en sales minerales. Es un destino ideal para relajarse en alguno de sus muchos balnearios, como Vichy. En la estación termal de la Bourboule situada en el Puy-de-Dôme y fundada en 1875, se inició el turismo termal, en donde alrededor del año 1900 más de 10 000 personas acudían, cada año a ella.
En este lugar también se encuentra el Parque Natural Regional de los Volcanes de Auvernia que comprende cuatro macizos volcánicos. En esta zona hay un parque temático alrededor del tema (Vulcania) y numerosos centros de esquí en su modalidad de fondo.
Ródano-Alpes:
que se encuentra entre París y la Costa Azul, en la frontera con Suiza e Italia, y en la encrucijada de Europa, la cual cuenta con dos aeropuertos internacionales, Lyon y Ginebra, una destacable comunicación por tren y una vasta red de autovías.
Esta ciudad que tiene ocho parques naturales y lugares únicos, como el Mont Blanc y las Gargantas del Ardèche, ofrece paisajes muy diversos, por lo que se le llama el paraíso del viajero activo, por contar con más de 60 campos de golf y el mayor dominio esquiable del mundo, así como lagos, caminos, bosques, pueblos y grandes ciudades para quien quiera recorrer esta región de Francia.
Las regiones de Aquitania y Poitou:
las cuales se explayan y limitan con el Atlántico, con una costa donde puede visitarse el famoso y antiguo puerto de La Rochelle y las ciudades de Poitiers y Burdeos.
Además, Francia cuenta también con cuatro regiones llamadas de ultramar que son Guayana Francesa, Martinico, Guadalupe y Reunión; tres colectividades de ultramar San Pedro y Miquelón, Mayotte y Wallis y Futura; un país de ultramar la Polinesia Francesa; una colectividad Nueva Caledonia; un territorio de ultramar denominado Tierras Australes y Antárticas Francesas; un grupo de cinco islas que se encuentran en el Océano Índico las Islas Dispersas y una isla que se encuentra deshabitada, que depende de la Polinesia Francesa llamada Clipperton en el Pacífico.
A pesar de su extensión Francia es un país relativamente sencillo de recorrer y conocer, sobre todo teniendo en cuenta que posee gran cantidad de autopistas, así como una avanzada red ferroviaria.
En cada región de Francia se encontrará una idiosincrasia diferente que se refleja a través de su historia, costumbres, culinaria, arquitectura y hasta por diferentes dialectos.
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