Música
La música en Francia, por su gran variedad de estilos diferentes de música que la forman, es célebre a nivel mundial, pudiéndose encontrar por ejemplo en algunos ritmos, percusiones y sonido provenientes de América Latina, Africa y también de Asia, los cuales se han metido dentro de la cultura de este país a través de la inmigración y las colonias, por lo que se han visto influenciados los ritmos y las notas volviéndose una mezcla tan uniforme que es imposible reconocer en muchos casos que pertenece a que, sencillamente se conoce como algo típico de Francia.
A pesar de que en la Francia continental los ritmos tienen que ver más con algunos traídos por la modas mundiales que por los más autóctonos, en las regiones de Córcega y en las montañas de Auvergne aún se conserva la música folklórica y tradicional francesa, en donde se utiliza el acordeón y el piano como parte fundamental de la composición de las canciones, y dentro de sus tradiciones e instrumentos más importantes se encuentra el uso de la gaita, la cual si bien no es un instrumento nativo, se adoptó desde el siglo XVII, haciéndolo parte de la memoria visual de todos los que han tenido el placer de recorrer las calles de alguna ciudad de este país.
Asímismo, el género musical tradicional de Francia es la trova, y el acordeón y el violín se utilizan como instrumentos principales, aunque en esta era 2000 la musica se ha globalizado, y lo que mas se puede encontrar en europa es el eurodance, electronica, pop y House.
También hay que saber que la música francesa, como el arte mismo, tiene sus orígenes en la Prehistoria, y es que en este período existían ya algunos objetos que eran utilizados como instrumentos musicales, como los tambores, maracas, flautas, así como la voz humana, que servían a los primeros humanos para realizar música. Desde Francia hasta Rusia, se han encontrado flautas y silbatos de tres a siete agujeros, entre otros objetos musicales.
La música de Francia a partir de los siglos XI / XII:
es cuando la misma empieza a adquirir más importancia y un carácter propio, por lo que las "chansons de geste" o cantares de gesta franceses, se basaban siempre en la exaltación de personajes populares y sucesos de armas, y que se hicieron muy populares con sus típicas hazañas épicas, y que generalmente dan inicio con una descripción del héroe, como su nombre, la armadura que lleva, su pendón y sus armas pintadas en el escudo.
A partir del siglo XI
estas canciones se comenzaron a copiar en elegantes manuscritos, conservando de esta forma casi todos estos cantares franceses. Tal era la importancia de estas “chansons”, que los primeros cantares españoles estaban del todo influenciados por los franceses. Ello es defendido por Menéndez Pidal.
A principios del siglo XIV,
los frances daban a conocer su desagrado por la música del siglo anterior, que consideraban que estaba pasada de moda. Entonces decidieron llamar a su música con un nombre original “Ars nova”. Éste es el nuevo movimiento que pretende modernizar la música. El término empleado ha llegado a ser sinónimo de la música que se hacía en la Europa Occidental del siglo XIV.
A finales de la Edad Media
destacó el compositor y poeta francés Guillaume de Machaut (1300-1377), quien fue el líder indiscutible del “Ars nova”, y artista medieval, que triunfó como músico y poeta, habiendo sido nombrado secretario del rey Juan de Bohemia y terminando sus días como canónigo de Reims. Fue original y rompedor en sus composiciones, de expresión muy sutil y con gran flexibilidad rítmica.
Hacia mediados del siglo XX
varios artistas de la calle sobrevivían gracias a la canción. La necesidad de ganarse el pan hizo que los cantautores se esforzaran al máximo en la interpretación de las canciones dando énfasis a lo dramático para llamar la atención del público. Desde este momento el artista francés canta de una forma muy peculiar y sabe llegar al alma de la persona.
Aunque la época esplendorosa de la “chanson” francesa sea la de los años 50 y 60, con grandes artistas como Charles Trenet, el carismático Serge Gainsbourg, el belga Jacques Brel o el poético Georges Brassens, la música francesa ha tenido en cada periodo sus propios genios, que han sabido transmitir el carácter y el sentimiento único de este país.
Desde antes del año 1000, en la música francesa se destaca el canto gregoriano empleado en las liturgias. En Francia se creó la polifonía. Durante el Romanticismo París se convierte en el centro musical del mundo y en la actualidad Francia mantiene un lugar privilegiado en la creación musical gracias a nuevas generaciones de compositores. Dentro de los exponentes de la música popular francesa de la segunda mitad del siglo XX, se encuentran figuras como Edith Piaf, Dalida, Charles Aznavour, Gilbert Bécaud, Georges Brassens, Serge Gainsbourg o Barbara.
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