Historia
Montpellier es una ciudad muy joven comparada con otras grandes ciudades de la región como Nîmes, Narbonne, Béziers o Carcassonne que fueron creadas en su mayor parte en la época romana, habiendo sido fundada en el siglo VIII., y la vecina ciudad de Magalona, era la urbe más importante de la zona durante la Edad Media, pero los frecuentes ataques piratas favorecieron un asentamiento más interior y hasta el siglo X no adquirió cierta notoriedad, cuando se convirtió en un centro comercial para los condes de Tolosa, habiendo sido la capital del señorío de Montpellier, entre los años 975 y 1349, primero bajo la dinastía de los Guillermos, y posteriormente de la Corona de Aragón.
Después de la boda de Pedro II de Aragón con María de Montpellier, esta ciudad pasó a formar parte de la Corona de Aragón en 1204, y su hijo, Jaime que nació en la ciudad en 1208. Después de que Jaime I falleciera, el Señorío de Montpellier pasó a formar parte del Reino de Mallorca, hasta que en 1349, Jaime III de Mallorca lo vendió al rey francés Felipe IV, junto a sus otras posesiones en Occitania, para recaudar fondos en su guerra contra Pedro IV de Aragón, momento en el que pasó definitivamente a la corona francesa.
De igual manera Montpoellier contó con una universidad propia, la cual fue creada el 26 de octubre de 1289, en donde médicos judíos crearon la Escuela de Medicina a principios del siglo XIII, y la sede del obispado de Maguelone fue trasladada en el año 1536 a Montpellier.
Durante la época de la Reforma protestante, muchos de sus habitantes eran hugonotes, nombre con el que se conocía en Francia a los calvinistas. La ciudad fue un feudo de la resistencia protestante frente a la corona francesa, de tendencia católica, y en 1622, el rey Luis XIII de Francia tomó la ciudad tras un asedio de veinte meses.
Montpellier es una ciudad que surge en la Edad Media, que fue perdiendo importancia conforme la fue adquiriendo el puerto de Marsella, por lo que la primera sufrió una impresionante depresión comercial e incluso una significativa despoblación. Luego la misma empezó a adquirir importancia durante la época de la reforma protestante, pues se convirtió en un feudo de la resistencia protestante frente a la corona francesa, de religión católica.
Durante el siglo XIX, la ciudad de Montpellier se desarrolló industrialmente convirtiéndose en un importante centro de la región, la cual creció desde el siglo XIII como centro cultural y educativo, siendo incorporada a Francia por Carlos VI en 1382, y en el siglo XVII pasó a ser capital de la región de Languedoc.
Muchos antiguos colonos procedentes de Argelia se asentaron aquí después de la independencia argelina en 1962.
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